Generación Y es un Blog inspirado
en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una "i
griega". Nacidos en la Cuba de los años
70s y los 80s, marcados por las escuelas al campo, los muñequitos rusos, las
salidas ilegales y la frustración. Así que invito especialmente a
Yanisleidi, Yoandri, Yusimí, Yuniesky y otros que arrastran sus "i
griegas" a que me lean y me escriban.
Mi perfil
Yoani Sánchez - La Habana, 1975 - Estudié durante dos cursos en el
Instituto Pedagógico la especialidad de Español-Literatura. En el año 1995, me
trasladé a la Facultad
de Artes y Letras donde terminé, después de cinco años, la especialidad de
Filología Hispánica. Me especialicé en la literatura latinoamericana
contemporánea y discutí una incendiaria tesis titulada “Palabras bajo presión.
Un estudio sobre la literatura de la dictadura en Latinoamérica”. Al terminar la Universidad había
comprendido dos cosas: la primera, que el mundo de la intelectualidad y la alta
cultura me repugnaba y la más dolorosa, que ya no quería ser filóloga. En
septiembre del 2000, me fui trabajar a una oscura oficina de la Editorial Gente
Nueva, mientras arribaba al convencimiento –compartido por la mayoría de los
cubanos- de que con el salario ganado legalmente no podría mantener a mi
familia. De manera que, sin concluir mi servicio social, pedí la baja y me
dediqué a la mejor remunerada labor de profesora de español –freelance– para
algunos turistas alemanes que visitaban La Habana. Era la etapa
(prolongada hasta el día de hoy) en que los ingenieros preferían manejar un
taxi, los maestros hacían hasta lo imposible por trabajar en la carpeta de un
hotel y en los mostradores de las tiendas te podía atender una neurocirujana o
un físico nuclear. En el 2002, el desencanto y la asfixia económica me llevaron
a la emigración en Suiza, de donde regresé –por motivos familiares y contra la
opinión de conocidos y amigos– en el verano del 2004. En esos años descubrí la
profesión que me acompaña hasta hoy: la informática. Me di cuenta que el código
binario era más transparente que la rebuscada intelectualidad y que si nunca se
me había dado bien el latín al menos podría probar con las largas cadenas del
lenguaje html. En el 2004 fundé junto a un grupo de cubanos –todos radicados en
la Isla– la
revista de reflexión y debate Consenso. Tres años después trabajo como
webmaster, articulista y editora del Portal desde Cuba. En abril de 2007 me
enredé en la aventura de tener un Blog llamado Generación Y que he definido
como “un ejercicio de cobardía” que me permite decir en este espacio lo que me
está vedado en mi accionar cívico. Para sorpresa mía, esta terapia personal
ganó, en poco tiempo, la atención de miles de personas en todo el mundo.
Gracias a la red ciudadana y virtual que se ha tejido alrededor de GY, he
podido seguir actualizando este blog cada semana. Desde marzo de 2008 el
gobierno cubano implementó un filtró informático que impide ver mi bitácora en
los sitios públicos de Internet en Cuba. De manera que necesito de la
solidaridad de amigos fuera de la
Isla para colgar mis textos en la red. Gracias también a
otros colaboradores voluntarios, Generación Y está traducido a quince lenguas. Mi
exorcismo personal también me hizo ganar en mayo de 2008 el premio de
Periodismo Ortega y Gasset en la categoría de trabajo digital. Fui seleccionada
por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo en la
categoría “Héroes y pioneros” y mi bitácora fue incluida entre las 25 mejores
blogs del mundo, en una selección hecha por esa misma revista junto a la CNN. Merecí el premio
del jurado en el concurso español
Bitácoras.com y el máximo
galardón en los connotados premios
The BOBs, que incluyen a más de 12 mil participantes de todo el mundo.
La revista semanal del periódico El País publicó en su edición del 30 de
noviembre una selección de los 100 hispanoamericanos más notables del año; la
revista Foreign Policy eligió en diciembre los 10 intelectuales más importantes
del año y otro tanto hizo la prestigiosa revista mexicana Gato Pardo. Esta
modesta servidora está incluida en todas esas enumeraciones. ¡Mucho más de lo
que podría haber soñado cuando comencé a unir frases para subir mi primer post!
Vivo en La Habana,
he apostado por quedarme y cada día soy más informática y menos filóloga.
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